De Cibeles a Deméter, las diferentes caras de la Madre Tierra, o más bien de la eclíptica

Desde la tradición frigia sobre Cibeles, "diosa de la montaña y de las fieras", pasando por la tradición india de Aditi, "fuente inagotable de abundancia", hasta las diferentes divinidades helénicas como Rea, Deméter, Themes, Meti (sin olvidar las diversas deidades colectivas, siempre femeninas, del destino), surge una lectura astroteológica que puede arrojar luz sobre las citadas "Diosas Madres de la Tierra", siempre que se comprenda esta última, siguiendo los estudios de Santillana, Dechend y Richer. (así como las pistas platónicas), en el sentido de eclíptica.

G. de Santillana: “Historia por reescribir”. Reflexiones sobre el "Destino Antiguo" y la "Aflicción Moderna"

(imagen: Gilbert Bayes, Ananke, escultura)

Extracto del ensayo de Giorgio de Santillana «Historia para reescribir", Escrito en 1968 y publicado al año siguiente por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, posteriormente (1985) traducido y publicado en Italia por Adelphi en la colección de escritos titulada "Destino antiguo y destino moderno".

Prefacio y notas de Marco Maculotti. Nuestras cursivas.

El tiempo cíclico y su significado mitológico: la precesión de los equinoccios y el tetramorfo

di andrea casella

Seguro que no pasará desapercibido para aquellos que estén al menos un poco acostumbrados a la ciencia sagrada, un símbolo cristiano que siempre ha destacado en las fachadas de las iglesias, adorna manuscritos e incluso se encuentra en una hoja de tarot: el tetramorfo. Este símbolo tiene su origen en la famosa visión de Ezequiel (Ez. 1, 4-28) que San Juan vertió más tarde en su propia Apocalipsis. Estas son cuatro figuras que rodean el trono de Dios: la primera tiene apariencia de león, la segunda de toro, la tercera de hombre y la cuarta de águila en vuelo (Ap. 4, 7). Tradicionalmente, a estas extrañas figuras (que el Apocalipsis llama los "Vivos") se les atribuye un valor literario: de hecho, son los cuatro evangelistas, Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Estas cifras, sin embargo, como se mencionó, se pueden encontrar (incluso más extrañamente, se podría decir) también en una hoja de tarot, y precisamente el número XXI, que designa el mundo.