La cuestión de los tres Diluvios en la tradición helénica

En la cosmología helénica hablamos básicamente de dos Diluvios: uno quizás más arcaico, el ogigio Diluvio; y quizás uno más reciente, el de Deucalion y Pyrrha. Platón también habla del Diluvio Atlante, que tiene paralelos en los relatos de los aztecas mexicanos, los mayas costarricenses y los incas peruanos. De hecho, las tradiciones amerindias ubican más explícitamente un Diluvio al final de cada era cíclica, cuya perspectiva recuerda inequívocamente a la de las cosmologías arcaicas del Viejo Continente.

di jose acerbi

Tomado de «Algiza» n. 9, págs. 10-13
(Esta versión fue publicada sin notas)
portada: antonio carracci, Inundación, 1618

En la cosmología helénica hablamos básicamente de dos Diluvios: uno quizás más arcaico, el Inundación ogigio; y quizás uno más reciente, el de Deucalione y Pirra. Platón también habla de inundación atlante, que tiene paralelos en los relatos de los aztecas mexicanos, los mayas costarricenses y los incas peruanos. De hecho, el tradiciones amerindias más explícitamente sitúan un Diluvio al final de cada Era cíclica, cuya perspectiva recuerda inequívocamente -salvo alguna importante variante indígena- la de las cosmologías arcaicas del Viejo Continente.

Mesopotamia a su vez trata del mito del Diluvio en elEpopeya de Gilgameš; cuando el héroe epónimo se encuentra Utnapištîm, el anciano que vive en una isla más allá del océano de la muerte. Para guiarlo hay Urshanabi, una figura de "Nocchiero" - similar a la de Caronte - que Gilgameš tiene la oportunidad de conocer solo después de dejar atrás el "Jardín de las delicias terrenales". Utnapištîm le cuenta la historia del Diluvio, siendo el Héroe en busca del secreto de la Inmortalidad; secreto misteriosamente escondido, como luego se aclarará, en una "Planta" escondida definida como "¡Viejo, rejuvenece!" y creció en "Fondo del océano". las andanzas y encuentros míticos de Gilgameš; tienen lugar, como nos enseña el Gaster, según la conocida fórmula de los cuentos de hadas “Viejo, viejo, muy viejo”. Habitualmente este tipo de narraciones -también encontramos similares en los cuentos de hadas de origen celta de nuestro folklore local- constituyen la vulgarización de relatos iniciáticos sobre viajes directos a diversos lugares paradisíacos (Palacios, Islas, Montañas, Jardines, etc.); en realidad expresiones de objetivos que tienen no sólo un valor espacial sino también temporal. O, para explicarnos mejor, el viajero (es decir, el iniciado, buscador del secreto de la Inmortalidad) acaba siempre en el curso de su deambular por llegar a la Cielo en la tierra y, a veces, a una meta superior más allá del mundo; o incluso todos paraíso celestial. Por eso, el camino de este hombre está en verdad dirigido atrás en el tiempo, cada lugar de parada representa así un período cíclico particular que ha transcurrido.

John Martin El diluvio, 1828

En el caso de Gilgameš, sin embargo, la historia es bastante compleja, y no es fácil comprender los matices más sutiles en el contexto de la Epopeya. Sin embargo, en lo que a nosotros respecta aquí, se dice que "La Isla en medio del Océano de la Muerte" se encuentra en el Lejano Oeste, en la "confluencia de dos Océanos". El episodio del Diluvio, por su parte, se desarrolla según las directivas habituales: un dios (en este caso Ea, Señor de las Aguas, completamente similar al Zeus helénico) advierte a un anciano sabio (ver Funcionalmente Utnapištîm con Noé, Deucalion o el indio Manu Satyavrata) para construir un 'Arca (símbolo hermético para indicar el Zodíaco) para salvarse del diluvio inminente (que en el lenguaje alquímico representa las influencias maléficas, es decir, las llamadas "Aguas Corrosivas" De la mente). Y éstos, navegando sobre las "Aguas del Diluvio", a la manera de uno Yogui quien navega el mar íntimo de las pasiones, logra finalmente salvarse y llegar a una montaña; después de lo cual la Tierra será repoblada nuevamente, es decir, por metáfora, su alma será regenerada en el Espíritu.

La posición geográfica de la isla de Utnapištîm, sin embargo, provoca una comparación con Atlántida platónica. Pero el relato de los textos helénicos a este respecto (cf., por ejemplo, Tim. - III-XII) tiene un carácter histórico, no mítico; de modo que la comparación es extremadamente peligrosa y difícil. Sin embargo, el hecho de que Platón coloque consideraciones cosmológicas junto a su narrativa nos ayuda. En otro diálogo (Criticas.- v. 112/a) el filósofo griego afirma que el enorme diluvio, que junto con terremotos y lluvias torrenciales destruyó la Atlántida, “fue el tercero antes del Diluvio de Deucalion". A primera vista, parecería lógico dar a la frase el sentido de que primero tuvo lugar el Diluvio Atlante, luego otros dos (incluido el objeto, quizás) y finalmente el de Deucalión.

Leonardo da Vinci, Inundación, 1518

Si es así, sin embargo, el doctrina de las siete conjunciones y el de los Ciclos relacionados con ellos -que la India llama "Avatárico"- de 6.480 años no concordaría con los datos de los que dispone Platón. O, aun admitiendo una relación directa entre eventos diluviales, conjunciones séptuples y ciclos hexamileniares, el Diluvio Atlante aún tendría que ser movido más atrás en el curso del Aeón; lo cual es contradicho por la Criticas. - III.108 - y, precisamente, de un pasaje del que sería legítimo deducir que las ideas del filósofo ateniense concordaban en general con las tradicionales especulaciones cosmológicas indoeuropeas y no europeas, salvo pequeños errores de cálculo. La referencia cronológica de la que habla Platón (9.000 años antes del milenio de sus contemporáneos -esta sería la distancia del acontecimiento mencionado) es una referencia genérica, entendida en el sentido de que el acontecimiento había ocurrido 9 milenios antes; es decir, según la datación actual, en el undécimo milenio antes de Cristo. el EV El cálculo astrológico da exactamente la fecha de 10.960 aC, expiración cíclica de la "Inundación de Agua". El Tim. - III.23/ab especifica que los griegos recordaban en sus memorias sólo el último Diluvio, el de Deucalión y el de Pirra, pero que muchos otros habían ocurrido en tiempos más remotos. No sólo eso, sino que añade que este tipo de fenómenos se habrían producido "nuevamente en el habitual intervalo de años", mostrándonos así que no se trataba de cuentos de hadas -como lamentablemente muchos desde entonces hasta hoy han asumido- sino de "historia verdadera" (ibîd., IV.26/e). Si nos damos cuenta de que la teoría de Magnus annus (literalmente "Año Perfecto") y el de las Conjunciones Planetarias están claramente establecidos en el mismo escrito (Ib., XI.39 / ce), ya no se permite dudar del hecho de que el Diluvio Atlante fue la última actualización en el tiempo del "Diluvio de Agua" conocido por antiguas especulaciones astrológicas; en definitiva, la que precede al Diluvio de Deucalion y Pyrrha, y se puede situar en el milenio XI a.C.

¿Qué significará entonces como se informó anteriormente (Crit. - v.112/a) sobre el "Tercer Diluvio"? Platón, inmediatamente después de los pasajes que acabamos de analizar, declara en Tim. -XII.39/e-40/a que "Quattro Stirpi" (uno primero de los cuales celestial y divino, un segundo alado y aéreo, un tercero acuático y un cuarto peatonal y terrenal) fueron creados por la Divinidad. Que estos no son temas biológicos es evidente por el tono del diálogo. Analicemos también la continuación del pasaje platónico indicado anteriormente (XIII sgg), en el que se señala que de Urano nace el Océano; de Oceano Cronos, de Cronos Zeus y de estos otros "Hijos Menores" (= Apolo, Artemisa, etc.). Los "Bloodlines" son, en esta circunstancia -nos parece- las principales genealogías divinas, estrictamente ligadas a las Edades cíclicas. No hay necesidad de insistir en este problema. Pero es obvio si nada más Inundaciones, Conjunciones Planetarias, Edades Míticas y Generaciones Divinas son temas absolutamente relacionados.

Iván Aivazovski, The Flood, 1864

Nuestra hipótesis es entonces que el "Tercer Diluvio" anterior al Diluvio de Deucalion debe interpretarse necesariamente como el cataclismo, obviamente de origen astral según el conocimiento tradicional, que se dice que conmocionó al globo al final del Cuarto Gran Año (cf. .con S. Mahâyuga); este cataclismo coincide perfectamente con aquel por el que habría terminado cuando la doctrina cosmológica habría terminado Hindú el VIII Ciclo Avatárico, que siendo de 6.480 años (exactamente la mitad de 12.960, que es la duración de todo un Mahayuga), constituye la segunda parte o sección final. En definitiva, con el acontecimiento que habría marcado, sobre la base de la doctrina hindú (puránica), el fin de ciclo balarama; figura mítica casi coincidente, desde un punto de vista avatárico, con la de su hermano Krishna bajo la apariencia de gopala ("Pastor de vacas"). Ver en VIP. -v.10-1 sgg la elevación del monte Govardhana por Krishna para proteger a los pastores de Inundación desatada por Mahendra, por despecho contra ellos, por el abandono del culto a este dios en favor del mismo Krishna.

Todavía debemos entender, sin embargo, acerca del "Tercer Diluvio" del "Critias" platónico, las verdaderas razones de esta definición. Pareciera, en primera instancia, tener que interpretar el Diluvio intermedio entre el Atlante y el Deucaliónico como un evento menor. Pero, honestamente confesamos que la hipótesis no nos convence en absoluto. En este momento, sin embargo, no tenemos mejor explicación que ofrecer. Sin embargo, estamos personalmente convencidos de que Platón, o los informantes de estos, acerca de la definición de "Tercer Diluvio" hicieron cierta confusión entre el Diluvio verdaderamente atlante, conocido como tal solo de una fuente egipcia pero según nosotros en realidad corresponde al Noaico. , y el subsiguiente diluvio de Deucalion. Las tres hipotéticas "Inundaciones" parecen efectivamente distintos, a primera vista, en el contexto tradicional; sin embargo, es legítimo argumentar que deben reducirse a dos en un nivel cronológico, a menos que se invierta el orden supuesto por Platón entre el "Segundo" y el "Tercer Diluvio" (es decir, entre el Atlante y el Diluvio Feo) . Por el contrario, podemos suponer, y esta es nuestra opinión personal, que: a) el Diluvio Atlante fue el evento ubicado al final del VIII "Ciclo Avatárico" y ocurrió en el Ecumene Occidental, como quieras llamar a esta misteriosa Tierra Atlántica; b) el acontecer hoy que selló el "IX Ciclo", vinculado al Noroeste Ecúmene.

José Mallord William Turner, El diluvio, 1805

Las investigaciones del Ing. vinci feliz, si realmente tienen bases históricas, que el A. además, nos invita a encontrar, parecen apoyar indirectamente la segunda hipótesis formulada por nosotros. En este caso, el ogigio Flood y el de Deucalion serían duplicados uno del otro; la cosa podría ser muy posible, dado que las tradiciones épicas de la India hablan de un cataclismo simultáneo ocurrido en Bharata Varsha (el "País de Bhârata, es decir la patria) y teniendo como epicentro Dvârakâ, la isla principal de un archipiélago mítico del M. árabe (sede original de Krishna).

Hemos intentado en otra parte demostrar cómo el mencionado Inundación de Dvârakâ constituye un paralelo indio -con confirmación en la mitología sumeria-mesopotamia- del Diluvio Egeo-Cretense de Deucalion. Es por tanto probable que el ogigio Diluvio represente la versión heroica-aquea, según las conjeturas de Vinci, de la misma catástrofe cíclica registrada en el Mediterráneo oriental y en la zona occidental del Océano Índico. Creemos que no hay otras explicaciones más razonables que ofrecer. Puro el diluvio noaico, y tal vez incluso la de Gilgameš, básicamente parecería confirmar esta suposición personal nuestra; pues trazan claramente en los rasgos, desde un punto de vista cronológico y direccional, el Diluvio que habría provocado el fin de la Atlántida según el testimonio egipcio, recogido por Solón y transmitido a la posteridad por Platón.

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