Charles Fort y la inquietud de lo extraordinario

Crítico de la ciencia que definió como "excluyente", es decir, inclinado a aceptar sólo los datos que confirmaban las teorías aceptadas y a rechazar los que las cuestionaban, Charles Fort procedió, a la manera de los antiguos cotejadores de "maravillas", a recopilar y analizar todas las llamadas anomalías, esos "hechos malditos" que no tenían cabida en los modelos científicos, influyendo en cierta medida en todo el ámbito de la "realidad alternativa" del siglo XX, como la ufología, la arqueología espacial y la criptozoología.