Bestias, hombres o dioses: los cultos extraterrestres de HP Lovecraft

(imagen: John Coulthart, "La llamada de Cthulhu")

La presencia de temas mítico-religiosos en la obra del "Poe cósmico" -como lo definió Jacques Bergier- resulta de interés no sólo desde el punto de vista literario, sino también respecto a la relación entre la modernidad y este tipo de saber. Como ahora saben incluso los no "expertos", Howard Phillips Lovecraft se definió a sí mismo como un «materialista absoluto y mecanicista[1] persuadido de que el mundo era la suma matemática de impulsos físicos regidos por el azar y que convertían las aspiraciones humanas en meras fantasías. Sin embargo, detrás de esta profesión de fe, en la que muchos se han detenido al cuestionar al Solitario de la Providencia, hay mucho más. Por ejemplo, el hecho de que había estudiado y por lo tanto conocía bien los mitos antiguos de Occidente, grecorromanos pero también germánicos y nórdicos. Bueno, ¿cómo se relacionan estos intereses con los tuyos? Visión Mundial? ¿Por qué un entusiasta seguidor de la ciencia y la tecnología debería apasionarse por esos mitos que los mismos seguidores de la Diosa Razón muchas veces relegan a expresiones de una enrevesada y premoderna humanidad “infantil”? En realidad, la contradicción es sólo aparente.

Una lectura cosmogónica del panteón de la tradición mexica, en una perspectiva de sincretismo religioso

Según la mitología mexica, cada estrella encarna un carácter determinado: las deidades se han "sacrificado" in illo tempore, por así decirlo, para reencarnarse en las estrellas. Así, por ejemplo, Quetzalcóatl se transformó en el planeta Venus, la estrella de la mañana, que por tanto puede ser venerada en la triple forma simbólica de energía dinámica, de estrella y personificada, como un héroe cultural. A su vez, el Sol, principal fuente de la tona o calor vital, surge de la inmolación de Nanahuatzin.

La religión azteca es una religión mesoamericana que combina elementos del politeísmo, el chamanismo y el animismo, así como aspectos relacionados con la astronomía y el calendario. La cosmología azteca dividía el mundo en tres niveles: uno superior, asiento de los dioses celestiales, uno inferior, asiento de los poderes del inframundo, y uno medio, en el que vive el consorcio humano, equidistante de los dioses y demonios de la naturaleza y el subsuelo El concepto de Theotl es fundamental en la religión azteca. en idioma náhuatl a menudo se considera sinónimo de "Dios", aunque, para ser más precisos, se refiere a un concepto más general, que se refiere a la energía dinámica inmaterial de la divinidad (tonificado), similar al concepto polinesio de mana. como el tapas de los indoarios, este tonificado no siempre es beneficioso, ya que su sobreabundancia trae muerte y destrucción [Torres 2004, p.14].