Reportaje fotográfico de viajes: norte de Mongolia (parte II)

(sigue desde parte I)

«Tierra de montes pelados, de llanuras enrojecidas por el sol y heladas por el frío, donde reinan las enfermedades del ganado y de los hombres, la peste, el ántrax y la viruela; tierra de aguas termales y pasos de montaña custodiados por demonios, de lagos sagrados repletos de peces; tierra de lobos, raras especies de ciervos y muflones, de millones de marmotas, caballos, burros y camellos salvajes, todos los animales que nunca han conocido la brida, tierra de feroces perros y aves rapaces que devoran los cadáveres que esa gente abandona en el llanuras: así es Mongolia.

Patria de gente que desaparece y ve blanquear al sol los huesos calcinados de sus antepasados, gente que conquistó China, Siam, el norte de la India y Rusia, y cuyo pecho chocó contra las lanzas de hierro de los caballeros polacos que defendían entonces la cristiandad de la invasión del Asia nómada y salvaje: así es Mongolia.

Una tierra de gran riqueza natural que además no produce nada, necesita de todo y parece sufrir todos los males y cataclismos del mundo: así es Mongolia. "

(FA Ossendowski, "Bestias, hombres, dioses", cap. XVII, "Mongolia misteriosa")