El sustrato arcaico de las celebraciones de fin de año: el significado tradicional de los 12 días entre Navidad y Epifanía

di marco maculotti
artículo publicado originalmente en Atrio el 21/12/2016,
aquí revisado y ampliado


Aquí pretendemos profundizar en las creencias folclóricas que han llevado a la configuración de dos figuras íntimamente ligadas al calendario litúrgico-profano de Europa en los últimos siglos. Las dos figuras que nos interesan son las de Papá Noel (italianizado en Santa Claus) y la de la Befana, figuras que -como veremos- deben su origen y su simbolismo a un sustrato arcaico, antropológicamente reconocible en todas aquellas prácticas y creencias ( mitos y ritos) de la volk europeo (o más bien eurasiático), que en otro lugar hemos definido como "cultos cósmico-agrarios" [cf. Cultos cósmico-agrarios de la antigua Eurasia].

De Pan al Diablo: la 'demonización' y la eliminación de los antiguos cultos europeos

di marco maculotti
portada: Arnold Böcklin, “Pan, the Syringe-Blowing”, 1827

Anteriormente hemos tenido la oportunidad de comprobar que, en los primeros siglos de nuestra era e incluso durante la época medieval, la cd. "paganismo rural" mantuvo invariable su difusión, especialmente en las zonas más alejadas de los grandes núcleos habitados. San Máximo señaló que "en el siglo IV (...) los primeros misioneros iban de ciudad en ciudad y rápidamente difundían el Evangelio en un área muy grande, pero ni siquiera tocaron el campo circundante", Luego agrega que" incluso en los siglos V y VI, cuando la mayoría de ellos se habían convertido hacía mucho tiempo, en Galia y España la Iglesia, como lo demuestran los repetidos cánones de los concilios de la época, encontró grandes dificultades para suprimir la antiguos ritos con los que los campesinos desde tiempos inmemoriales evitaron plagas e aumentaron la fertilidad de los rebaños y los campos"[AA Barb, cit. en Centini, p.101].

Ciclos cósmicos y regeneración del tiempo: ritos de inmolación del 'Rey del Año Viejo'

di marco maculotti


Mircea Eliade escribió que "la principal diferencia entre el hombre de las sociedades arcaicas y tradicionales y el hombre de las sociedades modernas, fuertemente marcadas por el judeocristianismo, consiste en que el primero se siente solidario con el cosmos y los ritmos cósmicos, mientras que el segundo es considerado en solidaridad sólo con la historia "[Eliade (1), p.5
]. Esta "vida cósmica" está conectada al microcosmos por una "correspondencia estructural de planos dispuestos en orden jerárquico" que "juntos constituyen la ley armónica universal en la que el hombre está integrado" [Sanjakdar, p.155].

El hombre arcaico tomaba especialmente en consideración los solsticios y equinoccios, así como las fechas entre ellos: se creía que en estos días particulares, que marcaban el paso de una fase del ciclo a la siguiente de la "rueda del año", la energía del cosmos fluía más libremente, por lo que eligieron esas fechas para realizar sus propios rituales. Aquí nos interesan especialmente ciertas fechas entre el Solsticio de Invierno y el Equinoccio de Primavera, es decir la fase calendárica en la que aparece el Sol morir: la llamada "crisis del solsticio" o "crisis de invierno".