El sueño de Dorothy Carrington Córcega

Un universo primitivo, el corso, espléndidamente descrito por Carrington en su “Granite Island”. Un mundo suspendido, enrarecido, inmóvil, donde el cristianismo ha penetrado sólo superficialmente y no ha afectado la esencia profunda de una religiosidad atávica con rasgos chamánicos, centrada en el culto de los Ancestros, en las prácticas mágicas de las hermandades extáticas, los Mazzèri, y sobre un folclore cristalizado a lo largo de los siglos, que nos habla de los espíritus de los muertos y de una procesión fantasmal del tipo "caza salvaje" encabezada por una misteriosa "dama blanca".