Una ciencia hecha jirones: supervivencia de las doctrinas del tiempo cíclico desde el Timeo hasta el Apocalipsis

di andrea casella
portada: William Blake, ilustración para la Divina Comedia de Dante Alighieri

En el primer artículo de este ciclo [cf. El tiempo cíclico y su significado mitológico: la precesión de los equinoccios y el tetramorfo], hemos dicho que, a intervalos regulares, debido a la precesión, se producen algunas alternancias de constelaciones en los cuatro puntos cardinales del año. Esta es la razón por la cual los textos sagrados hablan de ciertas "catástrofes" que determinan algún "sumergido" de una vieja "tierra" y el surgimiento de una nueva (al menos hasta cierto momento de la historia). Cada era del mundo tiene su "tierra", es decir, su plano eclíptico, delimitado por los equinoccios y solsticios, que emerge del "mar", es decir, del plano de demarcación del ecuador celeste. Cuando los puntos del año están determinados por otras constelaciones, una nueva "tierra" se eleva en el horizonte, mientras que la anterior se hunde bajo el nivel del mar.

Viracocha y los mitos de los orígenes: creación del mundo, antropogénesis, mitos fundacionales

di marco maculotti


Hemos puesto la mira en este ciclo de ensayos catalogados como "Cuadernos Andinos" centrarnos en los aspectos más significativos de la tradición del antiguo Perú, que era mucho más extensa que la actual, incluyendo también partes de Ecuador, el norte de Chile y Bolivia. Habiendo tratado previamente la doctrina de los "Cinco Soles" y Pachacuti [cf. Pachacuti: ciclos de creación y destrucción del mundo en la tradición andina] Analicemos ahora la principal figura numinosa del panteón andino: el dios creador Viracocha (o Wiracocha o Huiracocha). A los efectos de esta investigación utilizaremos principalmente las crónicas antiguas (Garcilaso Inca de la Vega, Sarmiento de Gamboa, Cristóbal de Molina, Bernabé Cobo, Guaman Poma, Juan de Betanzos, etc.) y el manuscrito de Huaru Chiri, traducido recientemente, que iremos integrando de vez en cuando con los relatos del folclore rural (cotejados por el antropólogo Mario Polia) y con algunas de las hipótesis más recientes, si cabe destacar.