En cuentos como "La llamada de Cthulhu" (1926) y "Nyarlathotep” (1920) Howard Phillips Lovecraft previó la crisis de la civilización occidental que asistimos hoy, un siglo después: desde este punto de vista, la interminable secuencia de informes de horrendos crímenes, espía de un mundo en presa, debe enmarcarse en un angustia incurable y omnipresente, en la que las estaciones han alterado su ciclo natural y en la que guerras y revoluciones se suceden continuamente, arrojando a la humanidad a una situación de crisis aparentemente irreversible, destinada a desembocar, “cuando las estrellas hayan vuelto a su posición correcta” , en una “Nueva Edad de Tinieblas”.