Alfredo Cattabiani: "La fiesta de Todos los Santos y el Año Nuevo Celta"

El 1 de noviembre es el punto de inflexión entre un año agrícola y otro. Al final de la estación de los frutos, la tierra, que acogió las semillas de trigo destinadas a renacer en primavera, entra en el período de hibernación. Para los cristianos se celebran en estos días dos fiestas importantes, el Día de Todos los Santos y la Conmemoración de los difuntos. Pero antaño, en las tierras habitadas por los celtas, que se extendían desde Irlanda hasta España, desde Francia hasta el norte de Italia, desde Panonia hasta Asia Menor, este período de transición era el Año Nuevo: se llamaba en Irlanda Samuin y se fue precedida por la noche que todavía hoy se conoce en Escocia como Nos Galan-gaeaf, la noche de las calendas invernales, durante la cual los muertos entraron en comunicación con los vivos en una reorganización cósmica general, como ya se ha observado en otros períodos críticos de ' año.