Etiqueta: Hombre salvaje
La tumba del hombre salvaje
Leyendas y tradiciones populares sobre la figura del Hombre Salvaje están muy extendidas por los Alpes [que podremos analizar el miércoles por la noche junto a Massimo Centini en nuestro canal de YouTube]. Gracias a este reportaje de GM Mollar descubrimos que en el fondo del valle de Lanzo, en el Piamonte, se encuentra incluso lo que, según el folclore local, sería su tumba: vayamos a ver qué cuenta precisamente la leyenda que se ha transmitido a nosotros a través de los siglos.
Locos, chamanes, duendes: liminalidad, alteridad e inversión ritual
La ubicación periférica del Folle / Buffone / Jester de la época medieval lo vincula, además del Chamán arcaico, a otros personajes liminales del mito y el folclore, como el Hombre Salvaje, el Arlequín, el Genio Cornudo y, en general, a todos esa categoría de entidades salvajes conectadas por un lado a los demonios de la vegetación y por el otro a la esfera funcional de los sueños y la muerte. En cuanto al rito, la Folle se ve ligada a la llamada "inversión ritual" que se realizaba durante las saturnales romanas y durante todos aquellos ritos colectivos andantes del tipo Charivari de los que se derivó la "Feste dei Folli". nacido en la Edad Media y el Carnaval moderno.
"Verdadero detective": Childress, Pan y Wildermann
En vista del estreno, previsto para el 14 de enero, de la tercera temporada de "True Detective", proponemos a nuestros lectores el ciclo de artículos que curamos para YAWP sobre los elementos esotéricos de la exitosa serie de televisión.
Fragmentos de un chamanismo olvidado: el Masche piamontés
El estudio de las prácticas "mágicas" y las creencias folclóricas en torno a los Masche piamonteses nos abre algunos vislumbres (no demasiado inesperados) sobre Cultos cósmico-agrarios de la antigua Eurasia.
Imbolc, la triple diosa Brigit y la incubación de la primavera
Detrás de la máscara cristiana de la Candelaria y Santa Brígida, el inicio de febrero nos remite a las antiguas festividades precristianas en torno a la Triple Diosa y la expectativa del inminente renacimiento de la naturaleza.
De Pan al Diablo: la 'demonización' y la eliminación de los antiguos cultos europeos
di marco maculotti
portada: Arnold Böcklin, “Pan, the Syringe-Blowing”, 1827
Anteriormente hemos tenido la oportunidad de comprobar que, en los primeros siglos de nuestra era e incluso durante la época medieval, la cd. "paganismo rural" mantuvo invariable su difusión, especialmente en las zonas más alejadas de los grandes núcleos habitados. San Máximo señaló que "en el siglo IV (...) los primeros misioneros iban de ciudad en ciudad y rápidamente difundían el Evangelio en un área muy grande, pero ni siquiera tocaron el campo circundante", Luego agrega que" incluso en los siglos V y VI, cuando la mayoría de ellos se habían convertido hacía mucho tiempo, en Galia y España la Iglesia, como lo demuestran los repetidos cánones de los concilios de la época, encontró grandes dificultades para suprimir la antiguos ritos con los que los campesinos desde tiempos inmemoriales evitaron plagas e aumentaron la fertilidad de los rebaños y los campos"[AA Barb, cit. en Centini, p.101].
Los benandanti friulanos y los antiguos cultos europeos a la fertilidad
di marco maculotti
portada: Luis Ricardo Falero, “Brujas yendo a su sábado", 1878).
Carlo Ginzburg (nacido en 1939), renombrado estudioso del folclore religioso y las creencias populares medievales, publicado en 1966 como su primer trabajo El Benandanti, una investigación sobre la sociedad campesina friulana del siglo XVI. El autor, gracias a un notable trabajo sobre un conspicuo material documental relativo a los juicios de los tribunales de la Inquisición, reconstruyó el complejo sistema de creencias difundido hasta una época relativamente reciente en el mundo campesino del norte de Italia y otros países, de origen germánico área, Europa Central.
Según Ginzburg, las creencias sobre la compañía de los benandanti y sus batallas rituales contra brujas y hechiceros en las noches de los jueves de los cuatro tempora (samain, Imbolc, cinturón, Lughnasad), debían interpretarse como una evolución natural, que se produjo lejos de los núcleos urbanos y por influencia de las diversas Iglesias cristianas, de un antiguo culto agrario con características chamánicas, difundido por toda Europa desde la época arcaica, antes de la difusión de la religión judía - cristiana. También es de considerable interés el análisis que hace Ginzburg de la interpretación propuesta en su momento por los inquisidores, quienes, muchas veces desplazados por lo escuchado durante el interrogatorio de los acusados benandanti, se limitaron mayoritariamente a equiparar la compleja experiencia de estos últimos con las nefastas prácticas de la brujería. . Aunque con el paso de los siglos los relatos de los benandanti se fueron pareciendo cada vez más a los relativos al sabbat de la brujería, el autor apuntó que esta concordancia no era absoluta:
"Si, de hecho, las brujas y los hechiceros que se reúnen el jueves por la noche para entregarse a "saltos", "diversión", "bodas" y banquetes, evocan inmediatamente la imagen del sabb, ese sábado que los demonólogos habían descrito minuciosamente y codificados, y los inquisidores perseguidos al menos desde mediados del siglo XV- existen, sin embargo, entre las reuniones descritas por Benandanti y la imagen tradicional, vulgata, del día de reposo diabólico, diferencias evidentes. En estos cEn todas partes, al parecer, no se rinde homenaje al diablo (en cuya presencia, de hecho, no se menciona), no se abjura de la fe, no se pisotea la cruz y no se reprocha a los sacramentos. En el centro de ellos hay un oscuro ritual: brujas y hechiceros armados con cañas de sorgo que hacen juegos malabares y luchan con Benandanti provista de ramas de hinojo. Quienes son estos Benandanti? Por un lado, afirman oponerse a las brujas y los hechiceros, obstaculizar sus malvados designios, curar a las víctimas de sus maleficios; por otra parte, a semejanza de sus presuntos adversarios, afirman acudir a misteriosas tertulias nocturnas, de las que no pueden hablar so pena de ser golpeados, montando liebres, gatos y otros animales. "
—Carlo Ginzburg, "I benandanti. Brujería y cultos agrarios entre los siglos XVI y XVII», págs. 7-8