Locos, chamanes, duendes: liminalidad, alteridad e inversión ritual

La ubicación periférica del Folle / Buffone / Jester de la época medieval lo vincula, además del Chamán arcaico, a otros personajes liminales del mito y el folclore, como el Hombre Salvaje, el Arlequín, el Genio Cornudo y, en general, a todos esa categoría de entidades salvajes conectadas por un lado a los demonios de la vegetación y por el otro a la esfera funcional de los sueños y la muerte. En cuanto al rito, la Folle se ve ligada a la llamada "inversión ritual" que se realizaba durante las saturnales romanas y durante todos aquellos ritos colectivos andantes del tipo Charivari de los que se derivó la "Feste dei Folli". nacido en la Edad Media y el Carnaval moderno.


De Stonehenge a Rapa Nui: Donald Wandrei y el regreso de los titanes

Tomando ambas manos de la literatura "Rara" de HP Lovecraft e Arturo Machen y combinando los ingresos con las hipótesis de fuerte carlos y las doctrinas teosófica y "atlante", la novela de Wandrei de 1932 supo anticipar, si no conformar, la mayoría de las corrientes culturales atribuibles a la llamada "realidad alternativa" de la segunda parte del siglo XX: desde el "realismo mágico" de Jacques Bergier a la "paleo-astronáutica", desde el encuentro con civilizaciones extraterrestres hasta unas predicciones distópicas que hoy, casi un siglo después, no parecen para nada ciencia ficción.

Gunung Padang: la "Montaña de la Luz" javanesa, entre la arqueología (fanta) y el folclore

Fuimos a la isla de Java en Indonesia para visitar Gunung Padang, un enigmático sitio arqueológico que algunos han llamado "la pirámide más antigua del mundo". Desde la teoría “Fuera de la Sonda” hasta los recientes sondeos con el método del carbono-14, intentaremos dar una ubicación histórica a la “Montaña de la Luz”, entre la arqueología (fanta) y el folklore.

Simbolismo estelar y simbolismo solar.

di andrea casella
portada: "El zodíaco y los planetas" por Bartholomeus Anglicus, tomado de De proprietatibus rerum, Ahún 1480

[sigue desde El tiempo cíclico y su significado mitológico: la precesión de los equinoccios y el tetramorfo e Una ciencia hecha jirones: supervivencia de las doctrinas del tiempo cíclico desde el Timeo hasta el Apocalipsis]

Para retomar el hilo conductor de las imágenes que introdujimos en las dos primeras citas de este ciclo, a la luz de las consideraciones anteriores, puede resultar útil citar un pasaje de la mitología nórdica.

El fenómeno de la parálisis del sueño: interpretaciones folclóricas e hipótesis recientes

Los mitos y las crónicas del folklore nos han transmitido con extrema claridad la forma en que los antiguos enmarcaban este fenómeno: sorprendentemente, todas las crónicas y leyendas de la antigüedad coinciden en afirmar que los responsables de estas perturbadoras experiencias son cierto tipo de entidades astrales - a veces etiquetados por las mentes modernas como 'espíritus', otras veces como 'demonios', a menudo también como 'hadas' y similares, que realizan sus ataques solo durante la noche, a menudo presionando el cuerpo de la víctima dormida y a veces entreteniéndose con el sujeto ha una relación sexual Estas entidades, en varias culturas, han sido llamadas de numerosas formas, las más conocidas para nosotros los occidentales son las de derivación latina: 'súcubos', 'pesadillas' y 'larvas'.

di marco maculotti
portada: Johann Heinrich Füssli, Pesadilla

La parálisis del sueño, también llamada alucinación hipnagógica, es un trastorno del sueño en el que, entre el sueño y la vigilia (por tanto, en el momento antes de dormirse o en el instante antes de despertarse) uno se encuentra repentinamente incapaz de moverse. La mayoría de las veces, según dicen quienes padecen este trastorno, la parálisis comienza con una sensación de hormigueo que recorre el cuerpo, llegando hasta la cabeza, dentro de la cual el sujeto siente una especie de zumbido “como un enjambre de abejas” o un sonido similar al de una lavadora o un “golpeteo y chirrido de objetos metálicos”. A menudo, la víctima de esta experiencia trata de gritar pidiendo ayuda, logrando en el mejor de los casos susurrar débilmente, experimentando también la desagradable sensación de escuchar su propia voz sofocada por algo anormal.

A menudo, si la víctima está en la cama con alguien, este último no puede notar nada, hasta el punto de que a menudo incluso los fenómenos más perturbadores (sonidos y ruidos aterradores, voces incomprensibles, a veces incluso luces extrañas y antinaturales provenientes del exterior) logran despertar la atención. de los que no viven el episodio en primera persona. También puede suceder que el súcubo (que, si alguna vez fue el nombre de la entidad misteriosa que causa el fenómeno, ahora es el término con el que la ciencia médica se refiere a la 'víctima') escuche voces familiares -o, a veces, incluso 'demoníacas'- llamándolo, o discutiendo entre ellos detrás del tema o, peor aún, susurrando cerca de su cuello, a menudo por detrás, con una voz inquietante.

La ciencia cree que este estado anormal se debe a la persistencia del estado de atonía que presentan los músculos durante el sueño y es causado por una discrepancia entre la mente y el cuerpo: con la consecuencia de que, aunque el cerebro está activo y consciente y el sujeto muchas veces puede ver y percibir con claridad lo que le rodea, a pesar de ello el cuerpo permanece en un estado de reposo absoluto, al punto de que cualquier movimiento queda imposibilitado durante la duración de la experiencia. Por supuesto, la ciencia niega la realidad de las experiencias vividas durante esta misteriosa experiencia, reduciéndolas a meras alucinaciones provocadas por alteraciones igualmente misteriosas en el equilibrio cerebral de los sujetos, que ocurrirían en el momento exacto de la transición entre la vigilia y el sueño —y viceversa. viceversa